El título del siguiente mosaico, el que creamos para hablar sobre El Cielo es de quien lo vuela, la obra que viene presentándose en el Centro Cultural Desde El Píe, puede contener palabras que narran sobre la capacidad de perseguir un deseo artístico pese a las adversidades o graficarse con la imagen de su protagonista estallado de objetos y risas, o bien con la resaca de un escenario estallado de objetos y risas, ambos, el protagonista y el escenario ratificando el título.
Hay una suerte implícita que en estos tiempos modernos parece no tener la suficiente resonancia, esa suerte es la de contar con espacios como Desde el Píe, en Chajarí, un lugar que se brinda como hogar, no solo para la recepción, sino para crianza de una escena teatral cada vez más madura.
La compañía de espectáculos Desde el pie y el centro cultural homónimo realiza desde su fundación obras que fusionan el teatro con el circo y la magia, buscando un lenguaje que contenga la sorpresa, el entretenimiento y lo popular del circo y la profundidad discursiva del teatro.
En este caso presentan El cielo es de quien lo vuela con técnicas de clown y magia inspirada en el libro de Guillermo De Posfay.
La obra tiene a Marcos Retamozo como protagonista proponiendo un momento de intimidad disparatada, en la que un artista de circo desafía todo tipo de límites, los del escenario y los de la física. “Se puede volar” dice Sokram, ese empecinado trabajador del arte del que se dice cayó del cielo del éxito al suelo de los perdedores.
Debemos reconocer que en su inagotable búsqueda por volver a ganarse los aplausos como primer premio que todo artista recibe al conectar de alguna manera u otra con su público, Sokram establece un ida y vuelta de mensajes metafóricos que pueden transformarse en verdades reveladas para quienes siguen deseando un poco más de esta realidad que circunda. ¿Podríamos fuera de escena vivir como el personaje? Y sino es vivir, al menos sostener una idea que contenga algo de magia:
“Se volar de tres maneras; como nadando, como si manejara un veloz avión que no existe, como haciendo el amor. Conozco otros que vuelan como pájaros, como globos, como rebotando en una cama elástica, como bajando escaleras sin tocar los escalones o dando vueltas como tropezón de astronauta. Nadar es la manera más fácil de volar. Pero cansa. Sucede que vueles como vueles, volar cansa. Volar es de alguna manera sentirse vacío. Vacío que se ha despojado lo suficiente para pesar menos que las alas. Volando no hay forma de aquietar el movimiento, ni de volar para atrás, vueles en la dirección que vueles, estarás yendo hacia adelante.”
De alguna manera el tiempo transcurre imperceptible en una secuencia de captación e interacción donde el tono poético propuesto por el libro de De Posfay es reinventado de manera impecable por las habilidades artísticas y acrobáticas de Marcos, quien te invita desde el desplazamiento y las emociones a jugar con y soñar con el.
Los futuros espectadores que se acerquen a Desde el pie para compartir la experiencia de El cielo es de quien lo vuela podrán validar la fuerza creativa y el esfuerzo material necesarios para brindar y sostener productos artísticos de calidad y de forma independiente.
Ficha técnica
Actuación: Marcos Retamozo
Dirección: Ezequiel Caridad
Asistenta de dirección: Adriana Zambón
Vestuario: Virginia Panozzo
Gráfica: Regina Righelato
Producción: Compañía DESDE EL PIE